Es muy común confundir “religión” con “espiritualidad”. De hecho, cada vez que escuchamos la palabra “espiritualidad” la solemos asociar con creer o no en un respectivo Dios. Sin embargo, la espiritualidad es un concepto múltiple, que integra diversos aspectos cotidianos de nuestra vida.
Seguramente sabes que podemos distinguir 4 dimensiones en el ser humano:
- Dimensión mental.
- Dimensión física.
- Dimensión social/ emocional
- Y la dimensión de la que trata el blog de hoy: tu dimensión espiritual.
Trabajar en una espiritualidad propia tiene innumerables beneficios, pero en general, se traduce en ser mucho más productivo en la vida. Tener una conexión directa con tu interior, se vuelve una herramienta que ayuda a diferenciar qué es lo esencial en tu vida. Por esto, trabajar en esta conexión te guiará a fomentar una relación más profunda y fructífera en tu vida personal o laboral.
¿Qué es la espiritualidad y cómo practicarla/desarrollarla/hacerla consciente en tu día a día?
Para mí, la espiritualidad es nuestra dimensión esencial. Se podría decir que existen 3 dimensiones del ser humano: cuerpo, mente, y por último, una que trasciende a éstos dos, la esencia.
Hoy en día aun sigo viendo clientes que me dicen que no se familiarizan con el concepto “espiritualidad”. Esto, porque existe una manera errónea de comprenderlo, pues no se trata de doctrinas o enseñanzas religiosas. Al contrario, la espiritualidad, es un conjunto de principios o actitudes que configuran nuestra realidad a diario: la inspiración, la creatividad, la conexión con la naturaleza, los sueños. Así, la espiritualidad no es más que una experiencia vivencial, y no un conjunto de reglas determinadas.
No existen parámetros rígidos que determinen como “practicar” la espiritualidad. Básicamente porque es una dimensión de nuestra vida tan real como el cuerpo o la mente, y cada una tiene utilidades y contextos diferentes que varían según el conjunto de prácticas y creencias de cada individuo en particular. Aun así, existen técnicas que facilitan la comunicación con nuestro mundo interno; la meditación, la música, la respiración, son prácticas que permiten adentrar en las emociones a un nivel más profundo.
Consolidar una relación con nuestro interior, nos obliga a trabajar en nuestra consciencia. Así, mientras más conciencia tenemos sobre nosotros mismos, más empezamos a entender que todas las vivencias de lo que sucede a nuestro alrededor son proyecciones de nuestro propio mundo. Es innegable que todos necesitamos creer en algo, aunque muchas veces no sepamos o queramos reconocerlo. Sin importar en qué o en quién decidimos creer, lo importante es que nuestras creencias y actitudes aporten una sensación de tranquilidad y seguridad en nuestra vida.
Hoy te quiero compartir 6 herramientas que ayudan a conectar con tu mundo interno:
1. Vive en el presente.
¿Cuántas veces al día te detienes a pensar en el pasado o en el futuro? Dejando a un lado lo que sucede en el aquí y ahora. Si quieres cambiar tu vida, aprende a vivir en el presente. No te aferres al pasado; déjalo ir.
2. Perdona y perdónate a ti mismo.
Cometer errores es parte de nuestra naturaleza, lo importante es recordar lo que aprendemos de ellos. Al final lo que queda de toda experiencia vivida es un aprendizaje, y ese el objetivo. Así que acepta lo que paso, y déjalo ir.
3. Busca personas que se conecten con la espiritualidad. Lo más lindo es encontrar personas que viven en esa dimensión y la comparten.
4. Cuida tu cuerpo, tu mente y tu alma.
Alimenta tu cuerpo con comidas saludables, frescas, variadas. Toma agua, descansa y haz ejercicio. Cultiva tu mente en pensamientos positivos, viendo contenidos que te hagan sentir bien, que te nutran a un nivel más profundo y que te ayuden a convertirte en la persona que quieres ser mañana.
5. Descubre lo que te hace feliz.
Prueba diferentes caminos y analiza cuál es el que conecta más contigo y tus propósitos. Llena tu vida de energía positiva y de personas inspiradoras
6. Conecta con la naturaleza.
La naturaleza es mágica. Aprovéchala al máximo, obsérvala, apréciala, siéntela, siempre esta ahí para llenarte de buena energía. No hay mejor manera de apreciar lo grande del universo que recostarte a mirar su divinidad en presencia absoluta.
Si en tu búsqueda espiritual te encuentras con situaciones, personas o cosas que apoyan tu crecimiento, la única vía para el progreso es dejarlas ir. Si hay cosas que te hacen feliz y te conectan con tu voz interior, sigue haciéndolas. Como ya lo hemos hablado, no existe un solo camino espiritual que todos debamos seguir: hay tantos caminos como personas en el mundo. Persigue el tuyo.
Love,
Plenah.