El origen de los cristales y piedras proviene del enfriamiento de la tierra, también de los cambios y reformas que han azotado al planeta durante millones de años. Es decir, su existencia se debe a la constante exposición de La Tierra frente a los cambios geológicos. Por eso, cada uno de éstos contiene en su interior una especie de “memoria” que evidencia el desarrollo y transformación del mundo tal como lo conocemos hoy en día. Incluso, para algunos, los cristales y piedras son “el ADN de la madre tierra.”
Técnicamente, el corazón de los cristales está formado por átomos dinámicos que rotan alrededor de un núcleo en constante movimiento. Esto quiere decir, que por más que parezcan serenos y estáticos, todos los cristales son masas que vibran a una frecuencia particular. Eso es lo que le otorga su poder energético único. Gracias a este poder interno, los cristales son utilizados en terapias como Reiki con el propósito de calmar la energía interior. Esto es por que, de acuerdo a su color y composición, cada cristal vibra con un centro de energía especifico, conocidos como “chakras”. Los cristales, al entrar en contacto con cada uno de ellos de produce una especie de conexión que permite armonizar, sanar, desbloquear e incluso proteger nuestro campo energético; y este tiene como fin alinear todos los cuerpos: mental, emocional, espiritual y físico, para poder expandir la conciencia y el propósito del alma.
Ahora les quiero hablar sobre cristales que con su mera presencia, pueden cambiar tu modo de estar y afrontar el día a día:
• Cuarzo cristal: El cuarzo es una piedra que se encuentra en diversos lugares del mundo. Además es ampliamente conocido por su gran poder sanador y por amplificar la energía. Específicamente, este cristal absorbe, almacena, libera y regula la energía; limpia el alma, y también conecta la dimensión física con la mente.
El cuarzo armoniza todos los Chakras y alinea el aura.
• Amatista: Esa piedra es espiritual, se encuentra en todo el mundo, está llena de conciencia para compartir y sirve para dar consuelo y apoyo. Cuando entras en contacto con ella, despierta una chispa de luz, ya que es lo propio de su esencia.
Armoniza el Chakra del tercer ojo y corona.
• Citrino: Es un poderoso limpiador y regenerador que posee el poder del sol. Siendo una piedra energizante y creativa que absorbe, trasmuta y toma las energías negativas, sirve para proteger el ambiente. Además, es conocida por atraer abundancia, favorecer la calma interna y ayudar a trabajar desde la energía positiva.
Actúa como movilizador de las energías bloqueadas.
• Malaquita: Esta piedra es una poderosa limpiadora del cuerpo emocional, libera los traumas infantiles y de vidas pasadas. Absorbe la energía negativa y los contaminantes del cuerpo y del medio ambiente.
Armoniza el Chakra corazón.
• Cuarzo rosa: simboliza el amor incondicional; Emana el amor del universo sobre nosotras y sobre todas las cosas. El cuarzo rosa afirma que, no estamos solos y que su existencia sirve para brindarnos el amor que nos hace falta y ayudarnos a descubrirlo y vibrarlo dentro de nuestro interior. Nos lleva a amarnos a nosotros mismos, a sentir la misma esencia del amor.
Este cristal tiene el poder de sanar cualquier herida, cualquier dolor, cualquier pena.
Armoniza el Chakra corazón.
• Turmalina negra: Purifica y transforma la energía fuerte en una vibración más ligera; aterriza la energía espiritual, equilibra los Chakras y actúa como escudo protector. Por esto, se considera una poderosa sanadora mental que equilibra los hemisferios del cerebro. Llega a lo profundo del ser y fomenta la confianza en uno mismo.
Armoniza el Chakra tierra y protege todos los demás.
• Amazonita: favorece la autodeterminación. Combina el intelecto con la intuición, permitiéndote llegar a tus propias conclusiones y así favorecer la autodeterminación. Alivia la pena del cuerpo emocional generando equilibrio emocional. Conecta el Corazón Superior con la Garganta.
Como un consejo proveniente de mi experiencia personal, te recomiendo que cuando tengas el cristal trates de conectar con él. Pídele a la energía de la Madre Tierra, al universo y a tu alma que bendiga el cristal y que lo llene de su luz. Luego, ábrete y entrégate a su energía y deja que armonice cada célula de tu cuerpo y dale las gracias porque llegó a ti. Luego de haber conectado y trabajado con tus cristales, recuerda limpiarlos para que éstos estén plenamente disponibles para sus futuros encuentros.
Si quisieras adentrarte más detalle en el mundo de los cristales, cómo activar y limpiar tus piedras, puedes hacérmelo saber por medio de mis redes sociales. No me queda duda alguna de todo lo que esta energía puede hacer y aportar para nuestro bienestar.
Love,
Plenah.