El poder de conectar con nuestras emociones

En mi camino como Life coach, he acompañado a muchas personas que llegan con la misma sensación: “Estoy abrumada y no sé por qué”, “Estoy bien, pero siento que falta algo”, “Todo está en orden, pero algo me sienta mal”. Siempre la solución es ir hacia adentro: conectar con lo que están sintiendo. Porque las emociones que no se nombran, se quedan dentro de nosotros. Pero cuando aprendemos a reconocerlas, podemos empezar a vivirlas de forma más inteligente y liviana.

“No se trata de controlar, se trata de entender”

Muchas veces, en mis sesiones, noto que hay una presión muy grande por “estar bien” todo el tiempo. Como si sentir tristeza o enojo fuera un error. Pero no lo es. Al contrario: esas emociones nos hablan, nos guían. El verdadero trabajo no es evitarlas, sino entender qué quieren decirnos.

Recuerdo una clienta que me decía que cada vez que se sentía triste, se forzaba a ponerse música alegre y salir de noche con sus amigas. Pero lo que realmente necesitaba era quedarse en casa, llorar un rato y escuchar su cuerpo. Cuando se permitió hacerlo sin culpa, empezó a sentirse más en paz con ella misma. Eso es inteligencia emocional: responder desde la conciencia, no desde el ser automático.

   “Tus emociones son tú brújula, no el enemigo”

Una de las herramientas que más uso como coach es la respiración. A veces lo mejor que puedes hacer cuando te sientes abrumada no es “hacer algo”, sino pausar, inhalar profundo, y preguntarte: ¿Qué está pasando dentro de mí? Esa pausa nos trae respuestas.

También me gusta la práctica del journaling. Les pido a mis clientas que escriban sin filtro lo que sienten, sin buscar que suene bonito o lógico. A veces, lo que aparece en el papel es justo lo que no nos atrevíamos a decirnos a nosotras mismas.

Vivir las emociones con inteligencia es:

  • Escuchar tu cuerpo: Muchas veces nuestro cuerpo lo siente antes que la mente. Ese nudo en el estómago, el cansancio que no se va, el llanto que aparece de la nada. No es casualidad.

  • Nombrar lo que sientes: En lugar de decir “me siento mal o estoy ansioso”, intenta ser más específico: ¿es tristeza, rabia, miedo, culpa, frustración?

  • Darte espacio: No todo se resuelve en el momento. A veces solo necesitamos sostener lo que sentimos y darnos tiempo.

  • Buscar ayuda: Todos necesitamos ayuda. Tratar de comprender lo que nos pasa, es un acto de amor propio. NO TE DEJES PARA DESPUÉS.

Te quiero regalar unos ejercicios para fortalecer tu conexión emocional, que estoy segura que si ya estás en la búsqueda de navegar tus emociones, conocerás de alguna de estas herramientas.

Conectar con nuestras emociones es como ejercitar un músculo: entre más lo usamos, más fuerte y claro se vuelve.

Aquí te comparto algunos ejercicios que uso tanto en mis sesiones como en mi vida personal, para ayudarte a cultivar una relación más sana, honesta y amorosa con lo que sientes.

1. Reconocer tus emociones:
¿Para qué sirve? Para reconectar con tu cuerpo y reconocer emociones que a veces se manifiestan físicamente antes de ser mentales.

Cómo hacerlo:

  • Busca un espacio tranquilo, cierra los ojos y lleva tu atención al cuerpo.

  • Recorre mentalmente desde la cabeza hasta los pies.

  • Pregúntate: ¿Dónde siento tensión? ¿Dónde me siento ligera? ¿Qué emoción podría estar viviendo aquí?

  • No juzgues lo que encuentres. Solo observa.

Nota: Este ejercicio lo propongo mucho en mis sesiones porque el cuerpo nunca miente. A veces, cuando no sabemos cómo nos sentimos, el cuerpo sí lo sabe.

2. Ponle nombre a lo que sientes:
¿Para qué sirve? Nombrar lo que sentimos nos ayuda a entenderlo y disminuir su intensidad.

Cómo hacerlo:

  • Toma un cuaderno o el bloc de notas de tu celular.

  • Completa esta frase: “En este momento, me siento __________ y creo que esto tiene que ver con __________.”

  • Repite este ejercicio cada vez que te sientas abrumado emocionalmente.

Nota: Cuando podemos decir “esto es tristeza” o “esto es ansiedad”, dejamos de sentir que la emoción nos sobrepasa. Le damos forma. Y eso es un acto de inteligencia emocional :)


3. Cartas no enviadas:
¿Para qué sirve? Liberar emociones acumuladas sin lastimar a nadie. Es un espacio seguro para sentir con libertad.

Cómo hacerlo:

  • Escribe una carta a alguien (o a ti misma) expresando lo que sientes, sin filtro.

  • No la vas a enviar. Es solo para ti.

  • Puedes quemarla, guardarla o leerla en voz alta para soltar.

Nota: Este ejercicio lo trabajo mucho cuando hay emociones no expresadas. El simple acto de ponerlas en papel libera la energía que esta dentro.


4. Journaling:
¿Para qué sirve? Para cultivar una práctica diaria de autoescucha emocional y notar patrones con el tiempo.

Cómo hacerlo:

Cada noche, responde estas 3 preguntas:

  • ¿Qué sentí hoy con más intensidad?

  • ¿Qué situación detono esa emoción?

  • ¿Qué aprendí sobre mí a través de esa emoción?

Nota: Llevar un diario emocional no solo nos ayuda a conocernos mejor, también nos enseña a ver nuestro mundo interior con más compasión y empatía.

5. Respiración para regular emociones:
¿Para qué sirve? Para calmar el sistema nervioso y crear espacio antes de reaccionar.

Cómo hacerlo:

  • Inhala por la nariz contando hasta 4.

  • Retén el aire por 4 segundos.

  • Exhala lentamente por la boca contando hasta 6.

  • Repite de 3 a 5 veces.

Nota: Lo recomiendo especialmente en momentos de ansiedad, frustración o cuando sentimos que estamos a punto de explotar. La respiración nos hace volver al centro :)

Conectar con nuestras emociones no es algo que se logra de un día para otro. Es un proceso. A veces lento, a veces incómodo, pero importante. Cuando dejamos de resistir lo que sentimos y empezamos a habitarlo, encontramos respuestas que no estaban disponibles desde la mente.

Estas prácticas son para empezar a encontrar ese momento para ti. Si hoy estás leyendo esto y sientes que necesitas un espacio donde explorar tus emociones con más profundidad, recuerda que no tienes que hacerlo sola. Como coach, estoy aquí para acompañarte en ese camino con herramientas, contención y presencia.

Porque sentir no es el problema. El problema es no saber qué hacer con eso que sentimos.

Y para eso estamos: para aprender, para crecer, y sobre todo, para vivir con más consciencia.

Con Amor,

Plenah.

Next
Next

Skin Care - PM Routine